lunes, 15 de marzo de 2010

INCONGRUENCIAS.


Recientemente entró en vigencia la Ley para la Prohibición de Videos y Juguetes Bélicos, esta normativa a mi modo de ver, viene a proteger una sola esfera de la población infantil del país, la cual sería aquella que tiene acceso, por su posición socio económico, a este tipo de juegos y entretenimientos. Al leer la exposición de motivos de dicha ley y escuchar las declaraciones de los diputados noto con preocupación cómo ignoran una realidad latente y creciente en nuestro país, como lo son, los niños de la calle y los niños trabajadores. Este es un punto más que marca el fracaso de este gobierno y el cómo miente descaradamente a sus seguidores. Al ver cada día a niños y adolescentes en las calles deambulando, mendigando un trozo de pan, vendiendo periódicos, cuidando carros o haciendo cualquier tipo de malabares en los semáforos para procurarse a sí mismos y a su núcleo familiar el sustento diario me pregunto si ellos también son expuestos a los efectos violentos de los video juegos, si la violencia y los peligros que viven en su día a día se debe a armas de juguetes, si su psicología está siendo afectada por los modernismos lúdicos, realmente creo que la respuesta es un rotundo NO. Por otra parte al seguir explorando el contenido de dicha ley veo con asombro como se dan funciones al INDEPABIS para sancionar con multas y penas de prisión a quienes comercialicen, fabriquen o distribuyan tales juguetes y video juegos y nuevamente me surgen incógnitas, como por ejemplo ¿Quién supervisa a los distribuidores de drogas? ¿Quien supervisa y sancionan a los vendedores de armas reales en los barrios? ¿Quién es responsable por la prostitución y la explotación infantil? ¿Quién vela por los derechos y beneficios laborales de los niños explotados por adultos inescrupulosos? Estas actividades también son “actos de comercio” para quienes los realizan y les generan beneficios económicos y sin embargo, no veo que hagan nada al respecto, que impulsen nuevas leyes para prevenirlos ni que hagan mayores esfuerzos para sancionarlos y aplicar las leyes ya existentes. La intención de estas líneas no es simplemente criticar las novedades legislativas sino hacer un llamado a nuestros legisladores y a los funcionarios competentes en materia de menores a que establezcan prioridades en los problemas que se deben atacar con urgencia y que no se pierda tiempo elaborando medidas que realmente no van a traer ningún cambio palpable en la población que más lo necesita, que son los niños de la calle, los niños de los barrios donde continuamente conviven los peores vicios y peligros de nuestra sociedad. No quiero justificar la existencia de los juegos bélicos, pero realmente no me parecen el principal problema de la generación de relevo.